CRISTO, PLENITUD DE TODAS LAS COSAS


 

Dice la Escritura, Señor Jesucristo, Rey del Universo, que en la plenitud de los tiempos quisiste encarnarte en la historia de la humanidad trayendo a nosotros tu Reino de verdad y justicia, para enseñarnos a servir, tú, que pasaste haciendo el bien con amoroso ejemplo, te damos gracias porque  por tu muerte y resurrección nos ganaste el cielo que no merecíamos por nuestros pecados.

Con tu ascensión gloriosa a los dominios divinos a la derecha del Padre reinas ya en tu Iglesia, estás aquí, en la Palabra, en el altar, vivo, presente, en medio de nosotros, tu pueblo, donde nos beneficiamos de tu señorío, ya que haces nuevas todas las cosas, llenando los vacíos del hombre, que solo en ti puede ver realizadas sus aspiraciones más profundas de suprema y definitiva dicha.

Y no solo eso, sino que el cosmos completo, el espiritual y el material, aguardan a ser construidos nuevos en tu Nombre Señor Jesucristo, en un reino que no tendrá fin.

Te damos alabanza y honor, tú que estas lleno de gracia y de verdad; cuya plenitud todos hemos recibido, de quien el padre nos ha destinado a ser imitadores tuyos y a nuestra capacidad.

Haz que aprendiendo de ti, que eres manso y humilde de corazón, _que no viniste a ser servido, sino a servir y a dar la vida por todos nosotros, porque eres un rey que gobierna desde lo más profundo del corazón_, llevemos una vida santa en la tierra, escogiendo seguirte todos los días y así suspirar por aquel día en el cual te amaremos por siempre en el cielo.

Te bendecimos porque por amor nos has dado las primicias de tu plenitud en la vida sacramental, cuyo centro eres tú en la Eucarística en donde te has querido quedar con nosotros, así como también en el compartir entre hermanos el don de la caridad fraterna.

Haznos gustar de estos bienes y así poder experimentar la alegría y la paz que un día gozaremos plenamente en todas las cosas, mientras caminamos en este mundo, en el que estamos llamados a buscar las cosas de arriba, en espera y vigilia, hasta que tu Señor Jesucristo en el Espíritu, reconcilies totalmente junto con el Padre lo que hay en la tierra y en los cielos.

Santo, Santo, Santo es el Señor Dios, Rey del Universo, llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Amén.


N.Marso, 23 Noviembre 2019, Vigilia en vísperas a Solemnidad de Cristo Rey.

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